"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)
miércoles, 21 de marzo de 2012
Poeta
El aire, la nada, lo invisible… son las armas del poeta…
Te inclinas con vértigo y espanto sobre el abismo de tu alma
Recoges una hermosa flor al borde de un anguloso precipicio
Holograma, sueño, delirio… es tu obra en medio de esta vida…
Cada palabra es sudor, cálculo, no dejas nada al azar
Cada poema un parto con dolor, tus hijos más bastardos
Tu mente, oh poeta, se afila hasta el extremo más agudo
Tu corazón escupe palabras naturales, transparentes…
No te importa, que no, que el dinero no te importa
Sólo el nirvana y el éxtasis, de violentar la hoja en blanco
Sólo el perfume embriagador de una reacción química
El verso explota en el aire, como una molécula de gas-veneno
¡Ay, poeta! Tu oficio es crimen, víscera y dolor…
Entre el estiércol hurgas para dar con una perla negra
El ebrio, el loco, el indigente… son poetas de la noche…
Tu libro fue un suceso, y maldición viviente
A Dios lanzas tus dardos, mendigas una rima…
Satán está en tu cuarto, y ensambla bien tu ruina…
El duende desafía, la musa siempre inspira…
Un ángel implacable tu vida determina…
Le cantas a la noche, dulce fragilidad de ninfa
Tus odas al silencio son balas que liquidan
Un vino paladeas, para encender la pluma
Con finos excitantes llamas a la locura
La poesía es néctar, el jugo que tú apuras
En casa o en el metro, antes de amar la luna…
Reino de la palabra, imperio de conjuras
Eléctrico espejismo, embrujo que te cura…
La música es tu amante, y tu verdad es cruda
La diosa poesía se expresa sin más dudas
El novelista gasta su tinta en muchos folios
Pero el poeta amarra en una hoja el odio
Cada poema marca, es viaje sin regreso
La vida entera cabe en un precioso verso
Y es que quien es poeta, entiende que el esfuerzo
Consiste en forjar obras que envicien como el sexo
Un plato suculento es el poema bueno
Un bálsamo sagrado, que sana al infectado
Al corazón enfermo, de mundo, de pecado
El buen poema sacia la sed de un ser alado
La poesía impacta muy bien la hoja en blanco
Y sella tu destino, no hay cómo razonarlo
Es magia peligrosa, no es juego el intentarlo
Un dios es el poeta, diestro en hacer milagros
Un buen poeta vuela libre en el cielo claro
Le vale madre todo con tal de volar alto
Renuncia a todo, y vive con plenitud y garbo
Lo entrega todo al verso, con el fervor de un santo
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