"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)

jueves, 11 de octubre de 2012

Santo


Santo puro y brillante, tu plástica negra es brutal
Allá en lo más hondo del cielo, refulge tu dulce metal
Sublime es tu tacto de seda, tus ojos son dagas de sal
¡Oh, santo! Qué espesa tu ciencia, tu olor es cual rico rosal…

Tu muerte fue un rito anguloso, como un espejismo nipón
Un grito desgarró la noche, fue el último aciago eslabón
Moriste sin miedo y contento, la puerta del Cielo se abrió
Tu muerte fue suave y serena, perfecta, exenta de error

¡Oh, santo! Tu gracia fue plena, tu vida prodigio de amor
Tu única riqueza fue Cristo, majar de divino sabor
Pisaste con plena firmeza, tu ruta de sacro fervor
La vida es un soplo, es ligera, venciste a este mundo menor

Yo soy tu devoto conspicuo, te entrego del todo mis cosas
Con mansa oración te confío, mi tallo de espinas, mis rosas
¡Oh, santo! Jamás me abandones, abunda la hembra en tacones
Regálame una vida hermosa, tan hermosa como quepa en mi fosa…

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