Para escribir un poema, hay que dejarse llevar
Es como sangre que brota, con saña de lupanar
La clave es no tener miedo, entregarse, no dudar
El poeta pare versos, sin importar el lugar
El poeta se desnuda, en cada palabra ciega
Acepta el destino negro, siempre accede, no se niega
El papel se quema lento, la estrofa es una refriega
El poema se desborda, mientras la tinta se riega
Como producir salchichas, los versos manufactura
El poeta laborioso, para evadir la locura
No se duerme en los laureles, tampoco tiene premura
Cada letra es un presagio de la fortuna futura
Quien compone un poemario, está sembrando tormentas
Las ideas son veloces, pero las ventas son lentas
Si vas a una librería, y con su olor te contentas
Es que los libros te gustan, más que las pelis violentas
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