"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)

viernes, 3 de junio de 2011

Mi enemigo


Buen cristiano como soy,

Amo con pía disciplina a mi enemigo…

Él, despacio y a traición,

Me abraza por la espalda…

Mi enemigo es alguien muy inteligente,

Supo dar –al fin- con el contrario preciso…

Mi silencio, irreductible, le corta la voz,

Lo sume en una mudez de navaja o de serpiente…

Es verdad que estoy muy cerca de mi amigo,

Pero estará siempre más cerca mi enemigo…

Puedo oler sus suaves manos perfumadas,

Cuando me doy –con pereza aérea- vuelta sobre mi cama…

Un día de estos, una noche de estas,

Planeo matar sin más a mi enemigo…

Él sabrá con certeza quién soy,

Cuando tenga ya la bala en la cabeza…

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