Hoy entendí que, entre tú y yo,
Se abre una suave dimensión de paz
Cuando declinamos la astucia, truculenta,
Y sólo disfrutamos ser dos en la ciudad
De la llamada inesperada, tanto tiempo,
Pasamos a lamernos las heridas, como gatos,
Hemos querido dar el nombre de “amistad”
A este romance ambiguo, que prescinde de la carne
Acaso el lecho un día llegará, quién sabe,
No tengo prisa alguna, sería lo de menos,
La carne es eslabón, en la cadena del deseo
Vamos lento… tengo prisa… y mucha risa…
Prefiero saberte apuesta de largo plazo
Un viaje que acaba con la muerte, y trasciende,
Elijo disfrutar la ruta que me trazas, dulce,
De armas tomar como eres, tu juego me divierte
Pero sueño con besar tus pies, tus senos,
Sueño con lamer tu lengua rosa, de agua,
Quiero, a veces, pasarme de la raya…
Sé que estropearía todo, tu fragilidad de niña
Esta intimidad de claras mañanas, y pájaros ligeros,
Nos llevará a la cama, se nos convertirá en deseo
No hace falta ser un genio, el azul se trocará carmín
Vendrán los pesos así, también la densidad y los cuerpos…
Haber sido paciente será motivo de festejo
Puedes comprar un día, un placer, algún boleto
Pero alojarse en la suave calidez donde no hay miedo
Nos tomará algún tiempo, y bien de sobra lo tenemos
Mientras estos silencios hacen sombra en nuestro cuento
La planta, fiel, germina… debo cruzar los dedos…
Mi táctica es muy fina, tener el pulso bien sereno
Fue sencillo hacerte mía, aunque no me des ni un beso
No hay comentarios:
Publicar un comentario