La dama toca sus lóbulos con un fino perfume
Le encanta embrujar a un varón, y sin vergüenza lo asume
Descarta el rodeo, y sin más, con guiño de ojo resume
Entrega sus nalgas feliz, fiera pasión la consume
La dama es sutil y elegante, y pone el honor por delante
Esconde en su closet amor, mil pociones excitantes
Sus pies son dos pétalos, ¡Dios!, de seda son sus suaves guantes
Tu sexo le afina la voz, su voz de gata penetrante
La dama se conduce bien, seduce con gran diplomacia
Regala todo su calor, se esmera cuando a un hombre sacia
Cabello oloroso, candor, sin peros te cubre de gracia
Se tiende de lado, su olor, perturba a su macho, es ganancia
La dama muy tranquila está, segura, feliz, relajada
Con muy servicial atención, se deja clavar bien la espada
Su dulce secreto guardó, con calma buena y refinada
Discreta es la dama, señor, incluso al sentir la estocada
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