"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)

sábado, 24 de septiembre de 2011

Destino


Atado estoy a un vértice del orbe

En donde hicieron nido mil serpientes

Un vértigo letal causa mi nombre

Mi daga se ha clavado en tantos vientres

Nací bajo un hechizo de escorpiones

Y eléctricos sonidos seductores

Mi sangre carga pólvora y rumores

De guerras, y de hembras, y cañones

Es mi destino ciego y demoniaco

Como el acero negro de mis ojos

Mi corazón brillante es vino rojo

Que late a mil por hora, si te toco

Un jugador eterno, un niño loco

Un antifaz de infierno, oídos sordos

La piel tornasolada por estrellas

Un ruin secuestrador de cosas bellas

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