"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)

sábado, 17 de diciembre de 2011

Felicidad


Cada mañana se abre generosa, inmensa y fértil
Es la vida regalándome su luz a borbotones
A manos llenas, sin escatimar en nada, Jesús provee
Lo tengo todo, sí, no siento miedo, Dios me basta…

Mi cuerpo es bello y joven, mi sangre fluye sana
Y mi salud es plena, y mi felicidad no acaba
Vendrá una compañera, los hijos, una casa
Mejor dar tiempo al tiempo, lo bueno es lo que pasa

De noche me desnudo, cual Dios me trajo al mundo
Y allí me quedo, mudo, brillando entre lo oscuro
Tengo buenos amigos, que cuido como el oro
Tengo una dicha sin grietas, que brota por mis poros

Mis pies toco con polvos, mi piel con suave crema
No me sobra el dinero, mi paz es mi diadema
Con poco logro mucho, y sin descanso lucho
Por mantenerme vivo, como de lo que escribo

Bendigo a mi enemigo, y no atesoro odios
Practico lo que digo, me teme hasta el demonio
Descanso suficiente, no abuso de mi mismo
Cuidada con higiene, mi alma es pulcro abismo

Me cuido del exceso, todo riesgo yo sopeso
Católico romano, de Cristo quedé preso
Esclavitud divina, magníficas cadenas
De toda maravilla, mi vida está muy plena

Escribo poesía, mas nunca será mía
La rima es de quien lee, de quien la necesita
Ven, toma mi poema, si es que calma esa pena
Embriágate de versos, de alcoholes de poeta

Hoy sueño un cuerpo de hembra, de diosa matutina
Anhelo una entrepierna, jugosa y leonina
Vive la vida entera, cantando jubiloso
Descarta si no sirve, procura pleno gozo

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