"La poesía es el vino de los demonios". (San Agustín)

jueves, 2 de diciembre de 2010

To the other side


Qué jugo de limón

Alimentará a estas horas

Las ansias húmedas de esa chica japonesa

La galaxia acoge ahora en su vientre sus gemidos

Quién se despierta ahora

Con el miedo congelado en la garganta

Luego de una opresora, vil y oscura pesadilla

Con fúricas dosis de rapé o quizás primates asesinos

Es acaso verdad, oh Dios,

Que aquí sentado en esta mustia silla

Me separa un diámetro cualquiera

Del otro lado aciago del universo-abismo

Es acaso cierto, Virgen Santa de la Coromoto,

Que bajo mis ropajes el fragor de tantos días

Espera se divorcien el ojal y su pareja,

Para soltar amarras al amor y la osadía

Es cierto, ya lo creo, no hay anverso sin reverso

Lo duro que se vuelve, al fin, hacer la noche día

Lo cierto es que las palmas, de tus manos y las mías

Se juntan solamente para hacerse poesía

Diablo


Hay conversaciones

Que sería mejor jamás haber tenido,

El tiempo es oro y es tesoro de esta vida,

Quien lo malgasta es una bestia harpía.

Quien escribe opera

Sobre las reglas negras de la realidad-mentira,

Tacto de cirujano, aromas de Geisha, se precisan

Para tocar sin desperdicio la agonía.

En los altos cielos de la vida,

Busca el poeta muertes de puñal y pesadillas,

Hay mieles poderosas que envenenan,

Hay lápidas que entrañan poesía.

Con un traje de oveja mansa, de cordero,

Vieron en los corrillos pulcros del dinero,

Al diablo, siempre cordial, mas traicionero,

Dando a probar a un ángel su veneno.

Perfume


Vigila mi vigilia, ángel negro de la medianoche,

Mi pulso es firme como un tierno tallo de clavel.

El perfume que tocaba tu cuello, minuciosamente marcado,

Era daga y era hiel, que resguardaba mis territorios.

Te rajé las entrañas con mi navaja ciega,

Solamente así podía amarte, solamente así sabía.

Mi locura, tu locura, los crudos azotes del deseo,

¿Quién como yo pondrá delirio eterno en tus mejillas?

La rosa de mi amor, faltaba más, también tenía espinas…

De sangre mustia era el furor de quien te poseía.

Te hiciste aún más bella, la más bella de la Tierra,

Pero la belleza, amor, unas veces pare y otras devora poesía.

Libertad


Entre las fibras trémulas de mi corazón

Vibra la luz limpia y santa de tus pupilas.

Mi espinazo doblegado por el amor impío,

Siempre recordará tus diminutas risotadas de niñita.

Nadie es de nadie,

Nadie nace para nadie.

Lo importante es amar,

Lo importante es darse sin medida.

Como dulce agua de coco, o sabia savia…

No me importa si no te vuelvo a ver.

Porque amar de verdad es eso…

Entregar el alma y no necesitar…

Veo los ángeles brillar,

Me sujetan con autoridad castrense…

¡No te irás! Me gritan…

Ya nadie puede liberarte de la libertad…

Alcoba


Un fino y mórbido polvillo,

Toca tu piel de cuero y de peligro.

Estabas fría, pero siendo tu cuerpo de ceniza,

Vuelve mi diablo cruel, y va, y lo atiza.

Te mentí en innumerables, quietas, ocasiones…

Te enseñé la clave del silencio, para comprar tu boca,

Me tomé la medicina de tus senos angelados,

Con la disciplina religiosa de una monja.

Ahora andas por ahí, sabe Dios en qué otras cosas…

Pero tengo entre mis manos la pistola…

Con que apunté tu sien, cuando llegó la hora…

Ahora tu nombre yace manso aquí en mi alcoba…

Crimen


Todas las estrellas cayeron de bruces

Sobre tus pantalones, negros y de seda

Una rosa roja, erguida en todo su portento

Violentó el opiáceo manto de la noche

It’s a crime… oh, yes… such a crime…

Visceral (Caracas Fantasy)


Déjame estallar… estrella asesina…

Algo visceral subyace tras estos olores felinos…

Dancedance

Es una estúpida más en un sedán de alta gama…

¡Cristo! ¡Qué hembras las de Caracas!

Algo me sube desde los talones hasta la nuca…

Es poder… es feeling… es brillo…

La gata tocó sus lóbulos con Chanel Number Five

Suave


Suave, amor, así de suave

Cada instante entre tus pies

De arena y polvo y seda y estrellas

Tu piel de cielo, sensible como tú

Tu corazón de carne y miel

Tus comisuras de yeso blanco

Tus piernas carnosas y astrales

Suave, sí, cada instante entre tus pies

Sign


La mañana resplandeció, virgen

Estaba desnudo, nena, frente a Dios

La sangré bombeó fuerte, tibia y rítmica

Del cielo brotaron mil colores santos

El agua cayó sobre mi cuerpo, benigna

Luego un poco de colonia, luz

Un cigarrillo, un poco de música

Pensarte entonces fue un placer

Me calcé las zapatillas, mullidas

Me puse una franelilla suave

Comí tostadas y café

El alma tiritaba en las pupilas

Y allí estaba… azul celeste…

Un retablo de la Virgen Milagrosa

Estridente y lumínico, paz y rock

Todo un signo del amor…

Sex and the city


La tarde violeta

Quemó tus labios,

Tus pupilas de oro

Se desbordaron sobre el cielo

Estabas maquillada

Los pechos abochornados de rosetones

Era carne, mi cielo,

No esperes el cielo

Cuchillos y balas,

Los ojos negros como gatillos,

Es rojo, mi amor,

El color de tu sangre es rojo.

Mi piel se eriza,

Siento el cuero, tenso…

El peligro te hace joven

La madrugada virgen huele a crema.

Cuando tu mente repta,

Como serpiente… como pasta…

A mil revoluciones por minuto,

Entonces destellan ellas… las estrellas…

Era el vino blanco,

Que estallaba entre tus muelas, como perlas…

Eran las medias en tus pies de polvo,

Tu espalda blanca y fina como arena.

Finalmente te clave una daga

Y gemiste acaso tu última mirada,

Aquella luz astral que quemaba tus pestañas

Preñó tu vientre tibio de palabras

Sangre y estrellas


¡Qué largo se me hace el camino de la vida!

¿Qué viene ahora? He dado todo lo que puedo

Quisiera poder descansar junto a una mujer fragante

Tirarme a ver las estrellas, oír la música del universo

Quisiera oler la madrugada virgen

Desmadejar las sombras de la noche

Sentir los latidos de mi corazón

Bombeando sangre y estrellas

Ríe


Ríe, niña, ríe…

Tu risa me hace cosquillas en el alma,

Me siento andar sobre un caballo bravo,

Mi corazón es fuerte, mis manos son morenas.

Crece, árbol, crece…

Tu oxígeno me salva el corazón,

En medio de la galaxia amiga eres

Como un prodigio de humildad y belleza.

Calla, nena, calla…

Tus secretos se oyen en todo el Universo,

Tus pechos se encendieron en mil en colores,

Y yo sacié mis ansias en tus muslos suaves.