Qué jugo de limón
Alimentará a estas horas
Las ansias húmedas de esa chica japonesa
La galaxia acoge ahora en su vientre sus gemidos
Quién se despierta ahora
Con el miedo congelado en la garganta
Luego de una opresora, vil y oscura pesadilla
Con fúricas dosis de rapé o quizás primates asesinos
Es acaso verdad, oh Dios,
Que aquí sentado en esta mustia silla
Me separa un diámetro cualquiera
Del otro lado aciago del universo-abismo
Es acaso cierto, Virgen Santa de
Que bajo mis ropajes el fragor de tantos días
Espera se divorcien el ojal y su pareja,
Para soltar amarras al amor y la osadía
Es cierto, ya lo creo, no hay anverso sin reverso
Lo duro que se vuelve, al fin, hacer la noche día
Lo cierto es que las palmas, de tus manos y las mías
Se juntan solamente para hacerse poesía
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