El cielo está aguijoneado de estrellas
La noche es una inmensa caja sonora
Donde las brujas gritan sus gritos desvencijados
Y los sapos dan su concierto melancólico de agua
Las calles están vacías y húmedas
La soledad las amarra a lo largo y ancho
Fríos espectros cruzan las avenidas
Y el silencio hace sus magias ancestrales
Los niños duermen con un sueño de luna
Los vigilantes acechan cada sombra con sigilo
Los músicos se ganan la moneda con sordina
Las prostitutas gimen a la luna sus gemidos
Es de noche, mi amor, y el negro reina
La dama toca su cuello con perfumes
El caballero apura el paso con pisada firme
Y en las alcantarillas la miseria fluye…