La mañana se abrió, y es una inmensa puerta,
Por donde entran los loros a cantar…
Plumaje de estridente technicolor,
Parranda matutina del amar…
El arcoiris brilla y atraviesa
De punta a punta, quieto, la ciudad…
Allá en la esquina azul donde termina
Sonríen los arcángeles de paz…
La tele reventó en color y ruido
Su estática me eriza y huele a pan…
Eléctrica y doméstica, respira
Y es mágico su encanto matinal…
En ese charco triste tornasolan,
La luz del sol amigo, y tu piedad,
Si miras es Narciso quien se mira,
El agua te devuelve la verdad…
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