Insólitas tecnologías destellan en la noche,
La inteligencia y el cálculo engendran un hermoso caos
Al filo de tu silencio, en el borde de la cornisa,
Veo el abismo profundo, que devora las tinieblas…
Magníficos cubos dorados de polímero,
Bebidas refrescantes y princesas…
Un par de tetas prietas y coquetas,
Me hacen volver, astuto, la vista a las estrellas…
Caracas huele a sexo, a dulce crema,
Violentas autopistas se despejan…
Mis venas llevan plomo y candilejas,
La luna está picada de pobreza…
Me aprieta los cojones la certeza,
De verme entre peligros y culebras…
Me tomaré muy bien del pasamano,
Reventará el terror en mi cabeza…
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